Una de las razones por las que tal vez a algunas personas EFT no nos funciona apropiadamente, puede ser porque hemos aprendido e internalizado que hablar de los problemas que tenemos no es apropiado, que lo apropiado es ser positivo y enterrar en lo más profundo de nuestro ser las toxinas de lo negativo con el propósito de que no las vea nadie, ni las veamos nosotros (pero de que se ven, se ven, y de que nos afectan, no hay duda). En este caso, no querríamos escuchar ni reconocer la existencia de nuestros propios problemas y limitaciones. Al hacer EFT no permitiríamos que la carga energética negativa que nos ha causado alguna experiencia en nuestras vidas, salga a flote. Estaríamos muy acostumbrados a quererla enterrada, y ahí la dejaríamos viva en un hueco profundo al que le echaríamos encima “positivismo”. En dicho caso, no permitiríamos conectarnos con nosotros mismos, de tal manera que pudiéramos liberar la carga energética negativa con EFT.
Ser positivo es lo que deseamos, pero para tener ese positivismo en nuestro ser primero deberíamos eliminar las cargas energéticas negativas que nos han dejado ciertas experiencias vividas. Así que hay que desenterrarlas, reconocer que están ahí y darles un espacio para que estén presentes cuando hacemos EFT. No es cuestión de revivirlas, sentirlas en todo su apogeo, simplemente hay que reconocer que están ahí, que siguen existiendo, que estamos dispuestos a mirarlas a la cara y permitir que nuestro sistema elimine la carga negativa con el EFT. Hay que darse permiso para sanar.
Si ese es tu caso, podrías hacer EFT (i) primero trabajando el reverso, "Aunque no quiero hablar de mis problemas ni siquiera conmigo mismo, ni reconocer su existencia, aun cuando hago EFT, porque no quiero ser una persona negativa (o por la razón que sea), me acepto total y profundamente" (tres veces en el punto Karate). (ii) segundo trabajando con la frase preparatoria "Aunque me cuesta conectarme con mis problemas y limitaciones y dejarlos mostrar su horrenda cara, aun cuando hago EFT, me acepto total y profundamente (o elijo aceptarme total y profundamente), y elijo darme la oportunidad de sanar y de ser todo lo bueno y exitoso en la vida que puedo ser (tres veces en el punto del dolor, y luego haces las rondas).
Escucha a tu subconsciente, te podría dar datos con respecto a experiencias particulares que te llevaron a no querer conectarte, a propósito, con tus problemas, a defenderte de esos problemas o limitaciones enterrando (más bien tratando de enterrar) en un profundo hueco, las cargas negativas que te limitan en cualquier aspecto. Ese profundo hueco no es hermético. Es tu subconsciente, que siempre se expresa, pero que también tiene la capacidad de soltar totalmente las cargas energéticas que nos bloquean.
Si luego de que haces EFT para tu resistencia a conectarte con tus problemas, te vienen a la mente consciente experiencias específicas, aunque no les veas conexión, conviene hacer EFT al respecto, porque lo más seguro sí existe esa conexión. Nuestro subconsciente sabe mucho. A veces lo vemos como nuestro enemigo, pero realmente es nuestro gran amigo, y entre más nos demos cuenta de eso, mayor capacidad tendremos para escuchar los datos que nos da, y así eliminar, con EFT, las cargas energéticas que nos limitan.
Cuando eliminamos esas cargas energéticas, seguimos siendo nosotros mismos, simplemente somos más nosotros mismos, es sólo la carga energética la que se elimina. Ese es otro aspecto a tomar en cuenta, queremos sobrevivir, y cada una de nuestras partes quiere sobrevivir y parte de su identidad es la carga negativa. Asegúrale a todo tu ser, que va a sobrevivir (asegúrate a ti mismo que todo tu ser queda intacto con EFT) y que cada vez que sane un aspecto, seguirá existiendo, y será más dueño de sí, porque habrá eliminado una carga energética de una experiencia, un recuerdo, que tampoco dejará de ser recuerdo, simplemente tendrá otro color, luego de que la carga energética sea eliminada.
domingo, 17 de mayo de 2009
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