Una de las razones por las que tal vez a algunas personas EFT no nos funciona apropiadamente, puede ser porque hemos aprendido e internalizado que hablar de los problemas que tenemos no es apropiado, que lo apropiado es ser positivo y enterrar en lo más profundo de nuestro ser las toxinas de lo negativo con el propósito de que no las vea nadie, ni las veamos nosotros (pero de que se ven, se ven, y de que nos afectan, no hay duda). En este caso, no querríamos escuchar ni reconocer la existencia de nuestros propios problemas y limitaciones. Al hacer EFT no permitiríamos que la carga energética negativa que nos ha causado alguna experiencia en nuestras vidas, salga a flote. Estaríamos muy acostumbrados a quererla enterrada, y ahí la dejaríamos viva en un hueco profundo al que le echaríamos encima “positivismo”. En dicho caso, no permitiríamos conectarnos con nosotros mismos, de tal manera que pudiéramos liberar la carga energética negativa con EFT.
Ser positivo es lo que deseamos, pero para tener ese positivismo en nuestro ser primero deberíamos eliminar las cargas energéticas negativas que nos han dejado ciertas experiencias vividas. Así que hay que desenterrarlas, reconocer que están ahí y darles un espacio para que estén presentes cuando hacemos EFT. No es cuestión de revivirlas, sentirlas en todo su apogeo, simplemente hay que reconocer que están ahí, que siguen existiendo, que estamos dispuestos a mirarlas a la cara y permitir que nuestro sistema elimine la carga negativa con el EFT. Hay que darse permiso para sanar.
Si ese es tu caso, podrías hacer EFT (i) primero trabajando el reverso, "Aunque no quiero hablar de mis problemas ni siquiera conmigo mismo, ni reconocer su existencia, aun cuando hago EFT, porque no quiero ser una persona negativa (o por la razón que sea), me acepto total y profundamente" (tres veces en el punto Karate). (ii) segundo trabajando con la frase preparatoria "Aunque me cuesta conectarme con mis problemas y limitaciones y dejarlos mostrar su horrenda cara, aun cuando hago EFT, me acepto total y profundamente (o elijo aceptarme total y profundamente), y elijo darme la oportunidad de sanar y de ser todo lo bueno y exitoso en la vida que puedo ser (tres veces en el punto del dolor, y luego haces las rondas).
Escucha a tu subconsciente, te podría dar datos con respecto a experiencias particulares que te llevaron a no querer conectarte, a propósito, con tus problemas, a defenderte de esos problemas o limitaciones enterrando (más bien tratando de enterrar) en un profundo hueco, las cargas negativas que te limitan en cualquier aspecto. Ese profundo hueco no es hermético. Es tu subconsciente, que siempre se expresa, pero que también tiene la capacidad de soltar totalmente las cargas energéticas que nos bloquean.
Si luego de que haces EFT para tu resistencia a conectarte con tus problemas, te vienen a la mente consciente experiencias específicas, aunque no les veas conexión, conviene hacer EFT al respecto, porque lo más seguro sí existe esa conexión. Nuestro subconsciente sabe mucho. A veces lo vemos como nuestro enemigo, pero realmente es nuestro gran amigo, y entre más nos demos cuenta de eso, mayor capacidad tendremos para escuchar los datos que nos da, y así eliminar, con EFT, las cargas energéticas que nos limitan.
Cuando eliminamos esas cargas energéticas, seguimos siendo nosotros mismos, simplemente somos más nosotros mismos, es sólo la carga energética la que se elimina. Ese es otro aspecto a tomar en cuenta, queremos sobrevivir, y cada una de nuestras partes quiere sobrevivir y parte de su identidad es la carga negativa. Asegúrale a todo tu ser, que va a sobrevivir (asegúrate a ti mismo que todo tu ser queda intacto con EFT) y que cada vez que sane un aspecto, seguirá existiendo, y será más dueño de sí, porque habrá eliminado una carga energética de una experiencia, un recuerdo, que tampoco dejará de ser recuerdo, simplemente tendrá otro color, luego de que la carga energética sea eliminada.
domingo, 17 de mayo de 2009
domingo, 18 de enero de 2009
UN LUGAR PARA DORMIR
Queu, la perrita que me llevó a conocer a Matty y a sus perros hace poco más de dos años, nunca ha sido especialmente cariñosa conmigo. Queu es de Matty en todo sentido. Por eso me llamó mucho la atención que en un momento dado, durante su primer día en el albergue de Arraiján ese sábado, me mirara tan intensamente, con cara de perrito preocupado. Le pregunté a Matty que qué quería Queu, y Matty me dijo “Te está pidiendo un lugar para dormir”. No le pude dar el lugar para dormir que ella deseaba, cómodo, tranquilo y calentito. Estaba lloviendo, hacía frío y el bohío estaba repleto de perritos acurrucados que no dejaban espacio suficiente para la comodidad. Lo interesante es que Queu de alguna manera entendió que ese espacio, ese albergue, tenía algo que ver conmigo y que si a alguien le podía pedir un pedazo del espacio para dormir, era a mí. También se lo pudo haber pedido a Jaime, pero bueno, a mí era a la que conocía.
La mudanza de los perros de Matty al albergue había iniciado la tarde del viernes y terminó ese sábado como a las 3AM. Matty regresó a Panamá como a las 6AM para empacar sus cosas y volver más tarde a Arraiján, pero tuvimos que regresar con ella de emergencia como a las 8AM porque muchos de sus perros se habían escapado del área cercada en la que estaban, abriendo un hueco en la puerta, para buscar a Matty. Cuando llegamos al albergue ya Jaime y unos niños habían recuperado a casi todos los perros, sólo quedaban unos cuatro corriendo por el lugar, que Matty recuperó enseguida. Ya por la tarde, mientras caía una llovizna fría, helada, nos quedamos un rato descansando bajo el bohío. Matty se sentó en una esquina de una silla que tuvo que compartir con uno de nuestros perritos. Cabeceaba tratando de dormir un poco, agotada de la noche en vela. Sus perros la miraban, pegados a la cerca, con ansias de estar con ella como siempre, y no se guarecían en la casa de madera que está para ellos, dentro de la cerca. Queu estaba muy ansiosa y decidió alcanzar a Matty, trepando la cerca para poder llegar a su lado. La vi como trepaba, paso a paso, con su barriga a toda vista. Nunca pensé que una perrita gorda pudiera tener tanta agilidad. Le avisé a Matty que Queu estaba trepando y que había que apañarla para que no cayera desde la altura. Matty subió la lomita que daba a la cerca, mientras yo la empujaba en dirección a Queu para que subiera sin resbalar por el lodo que se había formado con la lluvia.
Así que Queu quedó afuera con nosotros, primero en brazos de Matty, luego en el suelo, siempre pegada a Matty. Sí que hacía frío ese día y no dejaba de llover. No hace frío en Panamá por lo general, pero con el frente de lluvias también vino una ola de frío que se sintió en Arraiján, sobre todo porque todos estábamos mojados.
Ese día Queu la pasó mal. Creo que todos la pasamos mal.
Matty se llevó a Queu a su nuevo cuarto unos pocos días después. Entonces sólo se pudo llevar unos cuatro perros y entre ellos estuvieron Queu y su hermana. Luego se les unió Lulu, cuando al fin la encontramos. Los otros se han quedado en el albergue y Matty los va a ver y a atender casi todos los días.
Un jueves por la noche, cerca de un mes después de la mudanza, Matty me llamó por teléfono para decirme que Queu casi no podía caminar, que se caía. Le dije que le diera un meticorten y la llevara al día siguiente al veterinario. La prueba de sangre que le hicieron a Queu demostró que tenía la fiebre de la garrapata y menos de tres de hemoglobina. Se ve que el día que pidió un lugar para dormir, de verdad lo necesitaba. Ese día fue traumático para los perros de Matty, aunque lógicamente más traumático hubiera sido que se hubieran quedado donde estaban para enfrentar la crecida de la quebrada y la inundación, que algunos o muchos no hubieran sobrevivido. Pero a los perritos quién les explica eso. Su sistema inmunológico se afecta con cambios tan drásticos y la fiebre de la garrapata se dispara como resultado.
Ese viernes en la veterinaria se le hizo una transfusión de sangre a Queu porque de otra manera podía morir. La transfusión tomó sus horas así que Matty tuvo que dejarla y regresar a Arraiján. Como a las 9PM llamé al doctor y ya Queu estaba lista. La transfusión había salido bien y la hemoglobina le había subido unos dos o tres puntos, suficiente para considerarla fuera de peligro inmediato.
La fui a buscar y la traje a mi casa. Queu nunca ha sido apegada a mí, eso es cierto, pero me conoce, así que eso le dio cierta tranquilidad. La metí en mi cuarto y le acomodé una colcha para que durmiera. Esa noche sí pude darle un lugar para dormir, cómodo, tranquilo y calentito. Le di de comer, la besé como Matty me dijo que había que besarla, en su nariz, y la Queu se dejó besar, no con total confianza, pero no me puedo quejar, la niña me aceptó el beso. Luego se fue a dormir. Yo entré varias veces a verla y estaba tranquila; me miraba como diciendo que le gustaba el lugar para dormir y... que qué quería yo... que si faltaba algo todavía para que ambas pudiéramos considerar a la noche, noche.
Al día siguiente vino Matty a buscar a Queu. La encontró toda tirada en un sofá, cómoda y tranquila. Cuando Queu vio a Matty, la felicidad le regresó al cuerpo y el rabo le volvió a funcionar.
Con las semanas, Queu ha mejorado mucho. Ya lleva alrededor de un mes y medio desde la transfusión, ¿o más? El tiempo se me va y no lo puedo calcular. Dos semanas después de la transfusión la llevamos al veterinario y su hemoglobina había subido, no mucho, pero los signos eran positivos. Cada día está mejor y se ve más fuerte. El ánimo lo tiene muy repuesto. Desde el día uno de su tratamiento curativo exige pollo cocido todos los días. Ha vuelto a comer su comidita de perro porque ha recuperado el apetito, pero no se le va lo del pollo cocido. Matty sabe que lo que quiera Queu, es lo que es, si quiere la comida de los cachorros que ahora cuida Matty, pues puede, si quiere pollo, pues puede, lo que quiera, pues puede. La fiebre de la garrapata es una enfermedad que se les dispara a los perros con el estrés y durante la recuperación hay que tenerlos muy consentidos, más de lo usual para evitarles estrés adicional. Así que hay que mantener a Queu “desestresada” en lo posible, aunque se convierta en un pequeño dictador.
Queu tiene hasta su nuevo lugar para dormir, de ella sola, que comparte únicamente con su hermana que tanto la quiere. Es una casita de perro que le regalé ese día que regresaba a Arraiján para que tuviera su lugar privado en el cuarto de Matty. Cuando Matty llegó con Queu y con la casita, acomodó la casita enseguida y Queu entendió de una vez que esa casita le pertenecía. Tomó posesión de ella con total certeza acerca de su título de propiedad inmobiliaria. Uno de los cachorros trató de entrar en la casita ese mismo día para ver qué era y Queu lo largó inmediatamente y sin rodeos. El cachorro salió aterrado del monstruo que habitaba la casita nueva.
Un lugar para dormir, eso es después de todo lo que quieren todos los perritos. Un lugar para dormir en que se sientan queridos y protegidos. Llega a ser muy importante ese lugar para ellos; qué bueno podérselos dar.
Próximamente pondré una foto de Queu. Es de lo más graciosa.
La mudanza de los perros de Matty al albergue había iniciado la tarde del viernes y terminó ese sábado como a las 3AM. Matty regresó a Panamá como a las 6AM para empacar sus cosas y volver más tarde a Arraiján, pero tuvimos que regresar con ella de emergencia como a las 8AM porque muchos de sus perros se habían escapado del área cercada en la que estaban, abriendo un hueco en la puerta, para buscar a Matty. Cuando llegamos al albergue ya Jaime y unos niños habían recuperado a casi todos los perros, sólo quedaban unos cuatro corriendo por el lugar, que Matty recuperó enseguida. Ya por la tarde, mientras caía una llovizna fría, helada, nos quedamos un rato descansando bajo el bohío. Matty se sentó en una esquina de una silla que tuvo que compartir con uno de nuestros perritos. Cabeceaba tratando de dormir un poco, agotada de la noche en vela. Sus perros la miraban, pegados a la cerca, con ansias de estar con ella como siempre, y no se guarecían en la casa de madera que está para ellos, dentro de la cerca. Queu estaba muy ansiosa y decidió alcanzar a Matty, trepando la cerca para poder llegar a su lado. La vi como trepaba, paso a paso, con su barriga a toda vista. Nunca pensé que una perrita gorda pudiera tener tanta agilidad. Le avisé a Matty que Queu estaba trepando y que había que apañarla para que no cayera desde la altura. Matty subió la lomita que daba a la cerca, mientras yo la empujaba en dirección a Queu para que subiera sin resbalar por el lodo que se había formado con la lluvia.
Así que Queu quedó afuera con nosotros, primero en brazos de Matty, luego en el suelo, siempre pegada a Matty. Sí que hacía frío ese día y no dejaba de llover. No hace frío en Panamá por lo general, pero con el frente de lluvias también vino una ola de frío que se sintió en Arraiján, sobre todo porque todos estábamos mojados.
Ese día Queu la pasó mal. Creo que todos la pasamos mal.
Matty se llevó a Queu a su nuevo cuarto unos pocos días después. Entonces sólo se pudo llevar unos cuatro perros y entre ellos estuvieron Queu y su hermana. Luego se les unió Lulu, cuando al fin la encontramos. Los otros se han quedado en el albergue y Matty los va a ver y a atender casi todos los días.
Un jueves por la noche, cerca de un mes después de la mudanza, Matty me llamó por teléfono para decirme que Queu casi no podía caminar, que se caía. Le dije que le diera un meticorten y la llevara al día siguiente al veterinario. La prueba de sangre que le hicieron a Queu demostró que tenía la fiebre de la garrapata y menos de tres de hemoglobina. Se ve que el día que pidió un lugar para dormir, de verdad lo necesitaba. Ese día fue traumático para los perros de Matty, aunque lógicamente más traumático hubiera sido que se hubieran quedado donde estaban para enfrentar la crecida de la quebrada y la inundación, que algunos o muchos no hubieran sobrevivido. Pero a los perritos quién les explica eso. Su sistema inmunológico se afecta con cambios tan drásticos y la fiebre de la garrapata se dispara como resultado.
Ese viernes en la veterinaria se le hizo una transfusión de sangre a Queu porque de otra manera podía morir. La transfusión tomó sus horas así que Matty tuvo que dejarla y regresar a Arraiján. Como a las 9PM llamé al doctor y ya Queu estaba lista. La transfusión había salido bien y la hemoglobina le había subido unos dos o tres puntos, suficiente para considerarla fuera de peligro inmediato.
La fui a buscar y la traje a mi casa. Queu nunca ha sido apegada a mí, eso es cierto, pero me conoce, así que eso le dio cierta tranquilidad. La metí en mi cuarto y le acomodé una colcha para que durmiera. Esa noche sí pude darle un lugar para dormir, cómodo, tranquilo y calentito. Le di de comer, la besé como Matty me dijo que había que besarla, en su nariz, y la Queu se dejó besar, no con total confianza, pero no me puedo quejar, la niña me aceptó el beso. Luego se fue a dormir. Yo entré varias veces a verla y estaba tranquila; me miraba como diciendo que le gustaba el lugar para dormir y... que qué quería yo... que si faltaba algo todavía para que ambas pudiéramos considerar a la noche, noche.
Al día siguiente vino Matty a buscar a Queu. La encontró toda tirada en un sofá, cómoda y tranquila. Cuando Queu vio a Matty, la felicidad le regresó al cuerpo y el rabo le volvió a funcionar.
Con las semanas, Queu ha mejorado mucho. Ya lleva alrededor de un mes y medio desde la transfusión, ¿o más? El tiempo se me va y no lo puedo calcular. Dos semanas después de la transfusión la llevamos al veterinario y su hemoglobina había subido, no mucho, pero los signos eran positivos. Cada día está mejor y se ve más fuerte. El ánimo lo tiene muy repuesto. Desde el día uno de su tratamiento curativo exige pollo cocido todos los días. Ha vuelto a comer su comidita de perro porque ha recuperado el apetito, pero no se le va lo del pollo cocido. Matty sabe que lo que quiera Queu, es lo que es, si quiere la comida de los cachorros que ahora cuida Matty, pues puede, si quiere pollo, pues puede, lo que quiera, pues puede. La fiebre de la garrapata es una enfermedad que se les dispara a los perros con el estrés y durante la recuperación hay que tenerlos muy consentidos, más de lo usual para evitarles estrés adicional. Así que hay que mantener a Queu “desestresada” en lo posible, aunque se convierta en un pequeño dictador.
Queu tiene hasta su nuevo lugar para dormir, de ella sola, que comparte únicamente con su hermana que tanto la quiere. Es una casita de perro que le regalé ese día que regresaba a Arraiján para que tuviera su lugar privado en el cuarto de Matty. Cuando Matty llegó con Queu y con la casita, acomodó la casita enseguida y Queu entendió de una vez que esa casita le pertenecía. Tomó posesión de ella con total certeza acerca de su título de propiedad inmobiliaria. Uno de los cachorros trató de entrar en la casita ese mismo día para ver qué era y Queu lo largó inmediatamente y sin rodeos. El cachorro salió aterrado del monstruo que habitaba la casita nueva.
Un lugar para dormir, eso es después de todo lo que quieren todos los perritos. Un lugar para dormir en que se sientan queridos y protegidos. Llega a ser muy importante ese lugar para ellos; qué bueno podérselos dar.
Próximamente pondré una foto de Queu. Es de lo más graciosa.
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sábado, 3 de enero de 2009
NO TE OLVIDES DE DISFRUTAR EL MENSAJE ANTERIOR A ESTE
Que somos de naturaleza bondadosa se refleja en el hecho de que las noticias que causan sensación, por lo general, son las que no implican bondad. Es tan ajeno a nuestro ser todo lo que no sea bondad, que el contraste llama la atención, nos hace conocernos a nosotros mismos, reconocer nuestra propia naturaleza de bondad. Si lo usual fuera la maldad, entonces las noticias que llamarían más la atención serían las de bondad, esas serían las diarias, porque serían la excepción.
Somos gente que nos medimos a nosotros mismos por el contraste, y el contraste entre bondad y maldad es uno de los mayores, de los que llaman más la atención, de los que nos conectan más con lo que queremos vivir. Sin embargo, no podemos dejar que el contraste sea lo que rija nuestras vidas, una vez conocido el contraste, lo que no queremos, lo que no nos suena a nosotros, debemos concentrarnos en lo que sí nos suena a nosotros, para no hacer del contraste lo reiterado en nuestras vidas. Nuestra intención es ser nosotros mismos y vivir según nuestras reglas, para lo cual debemos dejar que los demás vivan según las de ellos, sean acordes con nosotros o no. Si nos concentramos en lo que los demás hacen que nos causa sinsabor, podemos pasarnos la vida sintiendo aquello que no es nuestro ser, y nuestra energía se estanca para darle más fuerza a la de los demás. Cuando digo los demás, me refiero a aquellos que viven con reglas que no consideramos las correctas. ¿Qué reglas son correctas? Todas tienen su propósito, pero las reglas de lo positivo son a mi entender las correctas, porque hacia allá tenemos la tendencia a querer ir. Pero y si otros no viven con esas reglas, ¿para qué nos vamos a concentrar en esas reglas de otros?, concentrémonos en las nuestras, si con ellas nos sentimos bien. Si nuestras reglas son de bondad, y las vivimos y sentimos a diario, las haremos más fuertes y las podremos disfrutar. Si nuestras reglas son de bondad, y nos concentramos en las de otros que pudieran no serlo, hacemos las de otros más fuertes, y las nuestras más débiles.
Por eso debemos reconocer lo bueno en nosotros, agradecerlo y disfrutarlo, aunque consideremos que hay otros aspectos en nuestras vidas que necesitan desarrollo. Mientras no disfrutes lo que ya tienes, no vas lograr desarrollar lo que tal vez todavía se mantiene escondido dentro de ti, tu capacidad para crear, para ser tú, para vivir la vida que desees vivir. Disfrútate, reconoce tus puntos buenos y fuertes, y permítete desarrollar los puntos buenos y fuertes que todavía permanecen escondidos, pero que están ahí, porque son naturales en ti. La capacidad de crear, de ser, de saber, de disfrutar, todo lo tienes dentro de ti.
El ser humano está en etapa de desarrollo, de conocerse y descubrirse. Ya tenemos mayor conciencia de quién somos como pueblo y como individuos. Esa conciencia la hemos adquirido con los siglos, es como si el espíritu se despertara poco a poco. Es más, el espíritu siempre ha estado ahí, somos nosotros como seres humanos en esta fase de nuestra experiencia terrestre, los que nos estamos despertando poco a poco a quien realmente somos.
No se olviden de ver mis felicitaciones para el Año Nuevo. Tiene caras de amor.
Somos gente que nos medimos a nosotros mismos por el contraste, y el contraste entre bondad y maldad es uno de los mayores, de los que llaman más la atención, de los que nos conectan más con lo que queremos vivir. Sin embargo, no podemos dejar que el contraste sea lo que rija nuestras vidas, una vez conocido el contraste, lo que no queremos, lo que no nos suena a nosotros, debemos concentrarnos en lo que sí nos suena a nosotros, para no hacer del contraste lo reiterado en nuestras vidas. Nuestra intención es ser nosotros mismos y vivir según nuestras reglas, para lo cual debemos dejar que los demás vivan según las de ellos, sean acordes con nosotros o no. Si nos concentramos en lo que los demás hacen que nos causa sinsabor, podemos pasarnos la vida sintiendo aquello que no es nuestro ser, y nuestra energía se estanca para darle más fuerza a la de los demás. Cuando digo los demás, me refiero a aquellos que viven con reglas que no consideramos las correctas. ¿Qué reglas son correctas? Todas tienen su propósito, pero las reglas de lo positivo son a mi entender las correctas, porque hacia allá tenemos la tendencia a querer ir. Pero y si otros no viven con esas reglas, ¿para qué nos vamos a concentrar en esas reglas de otros?, concentrémonos en las nuestras, si con ellas nos sentimos bien. Si nuestras reglas son de bondad, y las vivimos y sentimos a diario, las haremos más fuertes y las podremos disfrutar. Si nuestras reglas son de bondad, y nos concentramos en las de otros que pudieran no serlo, hacemos las de otros más fuertes, y las nuestras más débiles.
Por eso debemos reconocer lo bueno en nosotros, agradecerlo y disfrutarlo, aunque consideremos que hay otros aspectos en nuestras vidas que necesitan desarrollo. Mientras no disfrutes lo que ya tienes, no vas lograr desarrollar lo que tal vez todavía se mantiene escondido dentro de ti, tu capacidad para crear, para ser tú, para vivir la vida que desees vivir. Disfrútate, reconoce tus puntos buenos y fuertes, y permítete desarrollar los puntos buenos y fuertes que todavía permanecen escondidos, pero que están ahí, porque son naturales en ti. La capacidad de crear, de ser, de saber, de disfrutar, todo lo tienes dentro de ti.
El ser humano está en etapa de desarrollo, de conocerse y descubrirse. Ya tenemos mayor conciencia de quién somos como pueblo y como individuos. Esa conciencia la hemos adquirido con los siglos, es como si el espíritu se despertara poco a poco. Es más, el espíritu siempre ha estado ahí, somos nosotros como seres humanos en esta fase de nuestra experiencia terrestre, los que nos estamos despertando poco a poco a quien realmente somos.
No se olviden de ver mis felicitaciones para el Año Nuevo. Tiene caras de amor.
FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO 2009
Y llegamos a otro año, llenos de esperanza y de amor. Nada puede demostrar eso más que las caritas inocentes de unos perritos que comienzan su vida. Estos perritos tienen hoy 23 días de nacidos. Que la energía positiva sea lo único que entre en la vida de estos bebés, y en la de todos ustedes. Todos estamos conectados, y a la vez desconectados. Esperemos que la parte que nos conecte esté llena de felicidad y buenos sentimientos los unos por los otros. Por la parte desconectada ni se preocupen, también es buena. Estos perritos son la expresión natural de bondad e inocencia. Su mamá es una perrita rescatada de la calle que dio a luz ya protegida por gente buena, y ahora no tiene leche para sus bebés, así que gente buena está alimentando a sus bebés. Madre e hijos están bien.
Yo considero que la base de todo es la bondad, sin ella no somos todo lo que podríamos ser. Es más fácil llegar a ser alguien y a hacer algo de sustancia cuando la naturaleza de uno es bondad. Y por suerte, o por bendición de Dios, la mayoría de la gente es buena.
Así que gocemos de nuestra energía positiva, sabiendo que tenemos lo básico para salir adelante, la bondad, y lo demás lo recuperaremos con el tiempo, largo o corto, no importa.
Un abrazo a todos, y que tengan un venturoso año 2009.
Mari Pily y los ua uaus que ven en estas fotos, cortesía del gran Sr. Jaime, otra buena persona.
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